Este pasado 12 de diciembre, la oficina de la ONU para los Derechos Humanos, mostró su preocupación por el aumentos de la violencia en Perú y, ante la posibilidad de que se dispare aún más la tensión, apeló a la “contención” de todas las partes, con un mensaje específico a las fuerzas de seguridad para que actúen con “precaución” y “proporcionalidad”.
“Ha habido casos en los que la Policía parece haber recurrido a un uso innecesario y desproporcionado de la fuerza y a un uso indiscriminado del gas lacrimógeno”, afirmó Marta Hurtado, portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas, en un comunicado.
Asimismo, el Comisionado ha solicitado investigaciones “imparciales, transparentes y efectivas” sobre los sucesos vividos este fin de semana, dentro de una ola de protestas que ya se ha saldado con la muerte de dos personas, de 15 y 18 años, y decenas de heridos.
“Las autoridades deben cumplir con sus obligaciones en materia de Derechos Humanos y permitir a la población que ejerza su derecho de reunión y sus libertades de opinión y expresión”, manifestó Hurtado.
“Subrayamos la importancia de escuchar las quejas y agravios de la población para resolver la situación actual, en línea con la obligación del Estado de respetar, proteger y garantizar los Derechos Humanos”, expresa el comunicado.