La colisión de dos trenes, uno de carga y otro con 350 pasajeros, provocó un descarrilamiento cerca de la ciudad griega de Larissa. Al menos 36 personas murieron y 85 resultaron heridas.
Unos 150 bomberos, con 17 vehículos y 4 grúas trabajan a contrarreloj para intentar salvar la vida de personas atrapadas entre los restos de los convoyes en lo que ha sido el peor accidente ferroviario de la última década en Europa.
Gobierno de Grecia, declaró este miércoles (01/ febrero) un duelo nacional de tres días.