Este pasado 28 de marzo, Joe Biden, presidente de Estados Unidos, afirmó estar “preocupado” por la posibilidad de que Rusia envíe armas nucleares tácticas en territorio bielorruso, tal y como anunció Vladimir Putin, Presidente de Rusia, el pasado fin de semana.
Biden, recordó que Moscú “todavía” no ha enviado el armamento, ha declarado a la prensa que “claro” que le preocupa este anuncio.
Asimismo, el Mandatario estadounidense, incidió en que las recientes declaraciones de Putin constituyen “un tipo de discurso peligroso” y “alarmante”.
Por otro lado, el Gobierno de Bielorrusia justificó horas antes la necesidad de reforzar sus capacidades defensivas ante las “legítimas preocupaciones” que tiene en materia de seguridad.
Es en este contexto en el que el Gobierno de Lukashenko enmarca el último acuerdo con Rusia para el despliegue de armas nucleares tácticas, que no considera “ninguna novedad”.
También alegó que la colaboración en este ámbito con Moscú no supone en ningún caso una violación de los compromisos internacionales, en línea con la tesis que también han defendido las autoridades rusas durante estos últimos días.