Este 1 de mayo, tal como se había anunciado, los tres máximos dirigentes del magisterio urbano a nivel nacional comenzaron con la medida extrema del tapiado con huelga de hambre, en demanda de que el Gobierno acepte las demandas de su sector.
De esta manera, el tapiado inicia a las nueve semanas de movilizaciones que realizan los maestros en la urbe paceña, en pedido de más presupuesto e ítems para la educación, además de rechazo a la nueva malla curricular.
Asimismo, la medida de presión es realizada por Patricio Molina, ejecutivo del sector valluno, Wilfredo Ajllahuanca, del occidente y Ludbin Salazar, representante del oriente.
Durante la tarde de esta jornada los tres dirigentes ingresaron a esos habitáculos, cuyos ingresos fueron cerrados con ladrillos y cemento, dejando una pequeña abertura para el aire y comunicación.
Sin embargo, Rolando Alejo, vocero del magisterio, señaló que si las tienen la voluntad y sensibilidad, las esperarán en la sede de los maestros para las conversaciones.