Desde el 5 de mayo, Skype dejó de estar disponible para los usuarios gratuitos, según informó Microsoft, que decidió cerrar definitivamente la aplicación tras más de dos décadas de funcionamiento. La compañía redirige ahora a los usuarios hacia Microsoft Teams, que asume el rol principal en su ecosistema de comunicación digital.
Para facilitar la transición, Microsoft permitió el uso de las mismas credenciales y migró automáticamente contactos y conversaciones hacia Teams, siempre que los usuarios iniciaran sesión en dispositivos compatibles.
Skype, lanzado en 2003 y adquirido por Microsoft en 2011 por 8.500 millones de dólares, fue pionera en llamadas por Internet, pero perdió protagonismo frente a plataformas como Zoom, Google Meet y la propia Teams, que llegó en 2017.
Aunque inicialmente orientado al entorno corporativo, Teams ahora ofrece una versión gratuita con funciones ampliadas, como videollamadas, mensajería, colaboración en línea e integración con calendarios.
El cierre afecta únicamente a la versión gratuita de Skype. La versión empresarial continuará operativa por el momento, aunque Microsoft dejó claro que su apuesta estratégica está centrada en Teams.