Director Camacho señala que la infraestructura diseñada para procesar llamas y sus derivados no consideró la alimentación ni la genética de los animales.
Este martes 16 de diciembre, Pablo Camacho, Director de la Oficina Técnica del Fortalecimiento a la Empresa Pública (OTFEP), alertó que la Planta Industrial de Camélidos de Turco, Oruro, podría poner en riesgo la población de llamas si opera a su capacidad máxima. Según Camacho, la planta es tan grande que no se consideraron aspectos clave como la alimentación, la genética de los animales y la sostenibilidad del sector.
La planta, inaugurada en febrero por el presidente Luis Arce con una inversión superior a Bs 73 millones, tiene capacidad para producir 1.140 toneladas de carne de llama, 90 toneladas de harina de hueso, 190.400 toneladas de fibra de camélidos y procesar hasta 150 pieles diarias, además de producir 45.000 piezas de cuero anuales.
Camacho también cuestionó el manejo financiero de las empresas públicas, señalando que los Bs 2.595 millones perdidos podrían haberse destinado a la construcción de 30 hospitales, entre 700 y 900 escuelas, más de 4.000 km de carreteras o 30 pozos exploratorios, destacando la necesidad de priorizar la eficiencia y planificación en proyectos estatales.

