El FBI y la policía australiana desarrollaron y operaron una compañía de dispositivos encriptados, llamada ANOM, que luego se utilizó para obtener acceso a las redes del crimen organizado en más de 100 países, según Europol, la agencia de aplicación de la
El acceso a las comunicaciones de los involucrados en redes criminales le permitió a las agencias del orden público leer mensajes encriptados durante 18 meses.
El FBI y la policía australiana desarrollaron y operaron una compañía de dispositivos encriptados, llamada ANOM, que luego se utilizó para obtener acceso a las redes del crimen organizado en más de 100 países, según Europol, la agencia de aplicación de la ley de la Unión Europea.Via NBC News
“Los datos capturados le han brindado a la AFP evidencia y conocimientos únicos sobre cómo funciona el crimen organizado en Australia e internacionalmente, cómo mueven drogas, dinero, armas y organizan asesinatos”, agregó.
El acceso a sus redes también permitió a las fuerzas del orden ver fotografías de cientos de toneladas de cocaína ocultas en envíos de frutas y productos enlatados.
Los usuarios de la plataforma se comunicaron en 45 idiomas sobre tráfico de drogas, armas y explosivos, robos a mano armada, asesinatos por encargo y más, dijo van der Berg.