Un nuevo estudio retrospectivo sobre siete pacientes diagnosticados con viruela del mono en el Reino Unido, sugiere que algunos medicamentos antivirales podrían tener el potencial de acortar los síntomas y reducir la cantidad de tiempo que un paciente es contagioso.
Tras casos analizados en el estudio publicado en la revista “The Lancet Infectious Diseases”, un paciente uso dos medicamentos antivirales diferentes “Brincidofovir” y “Tecovirimat”, para tratar la enfermedad.
Según el estudio, se encontró pocas pruebas de que el Brincidofovir fuera beneficioso desde el punto de vista clínico, pero estaría justificado seguir investigando el potencial del Tecovirimat.
Dado que aún no se han establecido las estrategias óptimas de control y tratamiento de la infección, los datos del estudio podrían contribuir a los esfuerzos mundiales por comprender mejor las características clínicas de la enfermedad, así como la dinámica de transmisión.
“Mientras las autoridades de salud pública intentan comprender la causa de los brotes de viruela del mono de mayo de 2022 en Europa y Norteamérica -que han afectado a varios pacientes que no han informado de ningún viaje ni han identificado un vínculo con un caso conocido anteriormente-, nuestro estudio ofrece algunas de las primeras ideas sobre el uso de antivirales para el tratamiento de la viruela del mono en humanos”, destacó el Dr. Hugh Adler, del Liverpool University Hospitals NHS Foundation Trust.
“Aunque este último brote ha afectado a más pacientes de los que habíamos encontrado anteriormente en el Reino Unido, históricamente la viruela del mono no se ha transmitido de forma muy eficiente entre las personas, y en general el riesgo para la salud pública es bajo”, añadió Adler.
De acuerdo a los investigadores, la viruela del mono ha sido una enfermedad rara e importada en el Reino Unido y la Red de Enfermedades Infecciosas de Alta Consecuencia del NHS ha tratado los siete casos confirmados en el Reino Unido hasta 2021.
Todos los pacientes experimentaron una enfermedad leve y fueron tratados en un entorno hospitalario por motivos de control de la infección y no debido a la gravedad de la misma.
Ningún paciente experimentó las complicaciones graves comúnmente reconocidas de la viruela del mono, como la neumonía o la sepsis; sin embargo, un paciente experimentó una recaída leve seis semanas después del alta hospitalaria, y otro paciente desarrolló un absceso tisular profundo que requirió drenaje.
“Durante los brotes anteriores de viruela del mono, se consideraba que los pacientes eran infecciosos hasta que todas las lesiones formaban una costra. En estos siete casos del Reino Unido, se observó la excreción del virus durante al menos tres semanas después de la infección. Sin embargo, los datos sobre la infectividad siguen siendo limitados, y es un área importante para futuros estudios”, afirmó la Dr. Catherine Houlihan, de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido.