El verdugo de 18 años contaba con una movilidad en la que usualmente llevaba al colegio a la víctima.
El asesino fue trasladado a dependencias de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de La Paz (FELCC) junto a un supuesto cómplice. Sin embargo, “como padre me siento muy indignado, parece que ya no hay justicia. Así lo estoy notando ahora, me duele como papá. Parece que los implicados ya salieron de aquí, porque ya queda uno no más”, afirmó el padre de Beymar Mamani.
Según el informe del ministerio público fueron a declarar al menos 10 personas. Lo que aún no queda claro es a que juez será llevado el acusado identificado como Víctor M. K, porque cuando ocurrió el asesinato tenía 17 años y este jueves cumplió la mayoría de edad.
A respuesta de esto, la familia pide la pena máxima en puertas de la FELCC. “Estamos consternados en la familia, queremos que se haga justicia, nunca había pasado esto en los Yungas, yo quisiera que se haga justicia”, exclamó la tía de la víctima entre lágrimas.
“Mi hijo salió la noche del viernes con destino a la casa de mi papá fue a descansar ahí, pero en el tramo lo levantaron ya no lo pude ver hasta el día de hoy. Sorprendido me quedo yo”, contó el padre. Los antisociales contactaron a la familia del menor y exigían el pago de Bs 50 mil para entregarlo con vida. Por otro lado, la investigación policial señaló que el menor fue asesinado el mismo día que fue raptado.
Además, el coronel Alberto Aguilar contó que el aprehendido confesó haber estrangulado a la víctima el mismo 12 de febrero y que dejó el cuerpo al lado de la vía en Yungas. Además, en una primera declaración el día miércoles, el joven dijo que había cometido el crimen para obtener dinero y comprarse un vehículo indocumentado, pero después cambió su testimonio y acusó a otro sujeto, identificado como Moisés Q. C., de haberle ofrecido 10 mil bolivianos para hacer “desaparecer” al menor. Una vez dado los detalles, la policía pudo encontrar el cadáver.
El joven acotó que el motivo para ordenar la “desaparición” del adolescente habría sido que Moisés Q. C., tendría altercados con la familia de la víctima por temas económicos, debido a la compraventa de semilleros de coca. Por lo tanto, la policía no descarta la posibilidad de cómplices en el caso.