Estos últimos días Chris Rainier, uno de los reconocidos fotógrafos que contagia su fascinación por las máscaras rituales, está marcando historia tras varios años de documentar las tribus y tradiciones, ahora es presentada en su “Proyecto MASK”.
“Decidí que quería seguir el rastro de las máscaras tradicionales en todo el mundo”, afirmó el fotógrafo de 61 años por teléfono desde Estados Unidos para CNN.
Hasta que el encuentro enmascarado terminó de manera amistosa, pero plantó la semilla de una idea que tardaría más de tres décadas en materializarse. Su trabajo, sin embargo, intenta capturar el carácter del traje, no su portador.
Algunos parecen lo suficientemente tranquilos, pero muchos de los que aparecen en la colección de Rainier adoptan apariencias inquietantes y de otro mundo: demonios con los ojos muy abiertos y bestias de dientes afilados.
“Ha habido momentos en los que dejé mi cámara y bailé alrededor del fuego”, afirmó Rainier, quien ahora posee una considerable colección de máscaras.
“Creo que, como fotógrafo, estoy allí para hacer mi trabajo, pero no existe la objetividad. Quedas atrapado en la emoción y el entusiasmo”.