Esta práctica denominada readaptación o reposicionamiento de nuevos medicamentos, no es un método nuevo, pero servirá para luchar contra el covid-19.
Un ejemplo de esta práctica es sildenafilo, muy conocido también como viagra. Esta píldora que en un inicio tenía el objetivo de tratar la presión arterial alta, recibió la aprobación de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos en 1998 para tratar la disfunción eréctil.
La talidomida es otro ejemplo, a fines del año 1950 se administraba a mujeres para prevenir las náuseas matutinas, con el paso del tiempo se descubrió que causaba defectos congénitos graves. Para el año 1998 este medicamento fue usado para el tratamiento de la lepra, muy cerca del 2006 fue aprobado para tratar el mieloma múltiple, cáncer de médula ósea.
Actualmente está en marcha la búsqueda de cualquier tratamiento que pudiera ayudar contra el nuevo virus, covid-19, que enfermó gravemente y mató a millones.
Una opción era desarrollar nuevos medicamentos que atacaran específicamente al SARS-CoV-2, el virus que causa el covid-19, desde cero. Nuevos tratamientos como los anticuerpos monoclonales son el resultado de esos esfuerzos.
Sin embargo, el mayor problema para este es crear, probar y luego obtener la aprobación de la FDA, sin mencionar la creación de la infraestructura para la producción y distribución de un nuevo medicamento, lleva tiempo. Y el mundo no tenía y todavía no tiene tiempo.
“La ventaja de la readaptación de medicamentos es que ese medicamento ya está aprobado. Ya pasó por el proceso regulatorio para demostrar que es seguro y efectivo para algo. Por lo tanto, si se pueden encontrar usos adicionales para ese medicamento, ya sabes que tiene un buen perfil de seguridad”, explicó el Dr. David Fajgenbaum, inmunológico de la Universidad de Pensilvania y director del Centro de Laboratorio y Tratamiento de Tormentas de Citoquinas.
También Fajgenbaum afirmó que hay 2 mil medicamentos que fueron aprobados por la FDA para al menos una enfermedad. Y se aprendió que esos mismos medicamentos usados para tratar otras enfermedades, pueden ser readaptables.
“Es solo cuestión de tiempo de hacer coincidir el medicamento correcto con la enfermedad correcta”, añadió el director del Centro de Laboratorio y Tratamiento de Tormentas de Citoquinas.