Organización de las Naciones Unidas (ONU) se pronuncia ante los sucesos ocurridos en Cali, Colombia, manifestando su preocupación por las violentas manifestaciones.
Los ciudadanos protestaban contra la reforma tributaria, y, para detener estas protestas, los policías abrieron fuego contra ellos.

Sin embargo, el panorama cambió por completo cuando los policías se hicieron protagonistas de la violencia en Colombia. En solo 48 horas se reportaron más de 30 muertos, 1.000 heridos de bala, 10 mujeres agredidas sexualmente y alrededor de 800 detenidos arbitrariamente.
Según Marta Hurtado, Portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la ONU en el país trabaja para verificar el número exacto de víctimas y determinar las circunstancias de los hechos violentos.
“Expresamos nuestra consternación por los sucesos ocurridos y resaltamos nuestra solidaridad con las personas que perdieron la vida, con los heridos y sus familiares”.
El pasado 2 de mayo la presidencia de Colombia anunció que la reforma tributaria sería retirada del Congreso, pero, a pesar de ello, las manifestaciones continuaron de manera pacífica.
“Dada la situación extremadamente tensa, con soldados y policías desplegados para vigilar la protesta, hacemos un llamamiento a la calma. Recordamos a las autoridades del Estado su responsabilidad de proteger los derechos humanos, incluido el derecho a la vida y a la seguridad personal”.
Hurtado recalcó que las armas de fuego pueden ser utilizadas solo en última instancia ante la amenaza inminente de muerte, es decir, para defensa propia.