Juan Enrique Romero, médico veterinario, Ex director del Hospital Escuela de Animales Pequeños de Argentina, comenta la manía que tienen los perros de perseguir los autos y demás motorizados.
Los perros tienden a perseguir todo lo que se mueve en dirección opuesta a él, despertando así “la catarata de la predación”. Consiste en: primero la veo, después la acecho, luego la persigo y finalmente la alcanzo.
Esta actitud persecutoria tiene un claro sentido depositado en sus ancestros lobos. Aunque es posible corregir estos comportamientos, demandan una gran dedicación, esfuerzo y tiempo debido a que están arraigados en su naturaleza.