Científicos del Instituto de Ciencias Gran Sasso (GSSI, por sus siglas en inglés) propusieron la instalación de una antena en la superficie lunar a la Agencia Espacial Europea (ESA) y a la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA).

 "Hemos enviado el proyecto a la ESA y a la agencia estadounidense como objetivo de una futura misión lunar", aseguró Jan Harms, Docente de Gran Sasso.

Este proyecto, publicado en la revista Astrophysical Journal, consiste en convertir al satélite natural de la Tierra en un medidor de deformaciones espacio-tiempo, más conocidas como ondas gravitacionales, para abrir las puertas a nuevos ámbitos de investigación en el campo de la astrofísica.
De ser aprobado, dicho dispositivo estaría situado en el polo sur de la Luna para calcular sus vibraciones en caso de que alguna de estas ondas concéntricas.

"Hay que desarrollar una nueva generación de sismógrafos lunares", afirma Joris van Heijningen, miembro del equipo.