Elvio Díaz, Dirigente de la Federación de Campesinos de Tarija, confirma el aumento en 30% de la producción del ajo se debe a la pandemia, por las propiedades medicinales del producto.

Tarija es el tercer productor de ajo en Bolivia, una buena noticia que viene acompañada de tres grandes retos que preocupan a los productores, el primero la consecución de mercados para su venta, el segundo el alcanzar un precio de venta justo y el tercero frenar el contrabando.

“Pedir a las autoridades que vayan viendo de buscar más mercados en el extranjero y que frenen el contrabando que tanto daño nos hace”, apunta Díaz.

Chuquisaca es el departamento productor de ajo que reporta la mayor tasa de rendimiento de 5.13 toneladas por hectárea, recientemente obtuvo 261 toneladas. El departamento de Tarija registró una producción de 413 toneladas de ajo, mientras que Chuquisaca logró 261.

El ajo comienza a cosecharse a finales de diciembre luego se efectúa la “post cosecha”, que consiste en hacer secar el producto bajo los rayos del sol, lo que dura uno a dos meses.

Según información publicada por el Ministerio de Salud y Deportes el ajo es una planta que más allá de ser un condimento, aporta con muchos beneficios a la lucha contra varias enfermedades. Se trata de un antiviral por excelencia, sirve para infecciones respiratorias, dolores de garganta y dificultades respiratorias.