Este 6 de junio, la Unión Europea, acusó a Rusia de llevar la agresión contra Ucrania a “un nivel sin precedentes” y cometer un crimen de guerra con la destrucción de la presa de la central hidroeléctrica de Kajovka, en el río Dniéper, que amenaza con inundar la región ucraniana de Jersón.
"Conmocionados por el ataque sin precedentes a la presa de Kajovka. La destrucción de infraestructuras civiles constituye claramente un crimen de guerra y exigiremos responsabilidades a Rusia y a sus aliados", señaló Charles Michel, presidente del Consejo Europeo.
En un comunicado, el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha asegurado que la agresión rusa contra infraestructura civil ucraniana alcanza "un nivel sin precedentes" con la voladura de la presa.
"La Unión Europea condena este ataque en los términos más enérgicos posibles. Representa una nueva dimensión de las atrocidades rusas y puede constituir una violación del Derecho internacional, en particular del Derecho internacional humanitario", indica la nota de la diplomacia comunitaria.