Grandes corporaciones como Spotify, YouTube y Apple Music lideran el mercado de la música de reproducción por streaming. Estas empresas utilizan modelos de búsqueda por medio de un algoritmo que analiza los intereses de los usuarios de estas aplicaciones.

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Al descargar estas aplicaciones en nuestros dispositivos, le facilitamos nuestros datos personales, cuando hacemos click en la primera página de política de privacidad –esa que nunca leemos– de este modo estas compañías pueden cargar los datos de las búsquedas de los usuarios para recomendar canciones.

Por medio de una big data (recolección de datos) estos servicios analizan el perfil del oyente, basándose en el interés personal de cada uno de ellos. Realizan un seguimiento de los hábitos, conocen la personalidad e incluso el estado emocional, con el fin de crear anuncios y publicidad de productos que potencialmente le pueda interesar al usuario.

Los resultados analizados por estas aplicaciones, son distribuidos y vendidos a empresas que se encargan de generar anuncios y publicidad. Tomando como base los intereses de navegación de los usuarios de estas aplicaciones y de internet en general.