En Santa Cruz, Efectivos policiales sorprendieron a dos mujeres y un hombre que vendían pruebas negativas de COVID-19 a familiares de reclusos de la cárcel de Palmasola. Los involucrados fueron arrestados y llevados a instalaciones de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC).
Mauricio Romero, Director departamental de Régimen Penitenciario, informó que estas personas tenían los documentos escaneados con la firma de un galeno y, al momento de vender cada resultado, simplemente le agregaban el nombre del comprador. Cada prueba falsa tenía un costo de Bs 30.
“Una de las detenidas confesó que estaba vendiendo las pruebas falsas y dijo que lo hacía por necesidad”, mencionó.
Por último, Romero explicó que, desde el mes de enero, un requisito fundamental para los visitantes antes de ingresar al penal es presentar un test negativo.
Los aprehendidos son acusados por los cargos de falsedad material y atentado contra la salud pública, en consecuencia, aguardan su audiencia de medidas cautelares.