Una semana después de la invasión de Ucrania por Rusia, Moscú y Kiev deben celebrar este 3 de marzo una segunda ronda. La reunión se lleva a cabo al día siguiente de la caída de la ciudad portuaria de Jersón, de 290.000 habitantes, a orillas del Mar Negro.
Autoridades de Jersón confirmaron en la noche del miércoles la caída de la ciudad, afirmando que la bandera ucraniana seguía ondeando en los edificios públicos. "Los ocupantes están en todas las partes de la ciudad y son muy peligrosos", mencionó Guennady Lakhuta, Responsable de la administración regional.
El alcalde de Jersón, Igor Kolykhayev, anunció haber hablado con las tropas invasoras e impuso un toque de queda nocturno. Las tropas invasoras se hicieron ya con otro puerto importante del país, Berdiansk, y están atacando el de Mariúpol, cuyo alcalde Vadim Boichenko aseguró que la ciudad está "sin luz, sin agua, sin calefacción".
Cientos de civiles ucranianos han fallecido desde el lanzamiento de la invasión.
Estos avances militares de Rusia se producen horas antes de la segunda ronda de negociaciones. Las discusiones empezarán el jueves por la mañana en un lugar de Bielorrusia situado "no lejos de la frontera con Polonia", dijo el jefe de la delegación rusa, Vladimir Medinski.
Este jueves, la ONU anunció que más de un millón de personas huyeron de Ucrania. El aislamiento de Moscú quedó patente en la Asamblea General de las Naciones Unidas, que aprobó por aplastante mayoría (141 votos a favor, 5 en contra y 35 abstenciones) una resolución para exigir a Rusia la retirada de sus tropas de Ucrania y "deplorar" su invasión.