Causado sobre todo por la variante ómicron del coronavirus, las autoridades chinas ordenaron este viernes confinar la ciudad de Changchun, de 9 millones de habitantes. Los habitantes de esta ciudad tendrán que permanecer en sus casas y solo una persona por hogar podrá salir del domicilio una vez cada dos días por razones de peso, indicó la alcaldía de Changchun.

Se trata del confinamiento de mayor magnitud anunciado por China desde del impuesto en la metrópolis de Xi'an (norte), donde la variante ómicron ha provocado brotes localizados. Este viernes se habían registrado 1.369 casos en 24 horas, según datos del ministerio de Salud. Se trata de una cifra que sigue siendo muy baja comparada con las del resto del mundo, pero que es la más alta registrada por China desde la primera fase de la epidemia (a principios de 2020).

De este total, las autoridades censaron 158 casos importados y 814 casos asintomáticos que forman parte de un recuento separado. Muy pocos chinos se han contagiado del covid y su inmunidad colectiva proviene casi totalmente de las vacunas fabricadas en el país, según el experto Zeng Guang, quien consideró que China sería más débil frente al virus que los países occidentales.

"Debemos perfeccionar las medidas constantemente" contra la epidemia, indicó Li Keqiang, Primer Ministro, durante un discurso ante los diputados el pasado 5 de marzo.