Como parte de la política de lucha contra el contrabando, los carros cisterna llevan un GPS, lo que permite un seguimiento en línea del trayecto y destino de los motorizados.
Germán Jiménez, Director de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), informa que el control en el transporte y comercialización de carburantes en frontera es riguroso, como parte de la política de lucha contra el contrabando, por lo que descartamos las denuncias de supuestos desvíos de hasta 40%.
Del 100% de combustible comercializado en Bolivia, el 85% se destina a las ciudades de Santa Cruz, Cochabamba, El Alto y La Paz, mientras el 4% va a las 34 estaciones de servicio de las zonas de frontera y un 11% al resto de departamentos.
Según Jiménez aquellos vehículos cisterna que salen al exterior para importar gasolina, llevan combustible en función a los requerimientos para cubrir la ruta de ida y vuelta. También el Director agregó que hay un control sobre los volúmenes que llegan a destino, es decir, a las estaciones de servicios, incluida la pérdida por evaporación.