Este 19 de mayo, Estados Unidos, impuso una nueva batería de sanciones por la guerra en Ucrania que afecta a más de doscientas entidades, personas, barcos y aviones que están colaborando con Rusia en su ofensiva.
De esta manera, Antony Blinken, secretario de Estado, detalló en un comunicado que los nuevos vetos, cubren el sector energético, defensivo, minero o tecnológico y a personas que están ayudando a Rusia a aumentar su producción y capacidad energética.
Asimismo, el Departamento de Estado, destacó que se busca interrumpir aún más la capacidad de Rusia para obtener insumos para su guerra, reducir la dependencia de la energía rusa.
Por otro lado, las sanciones tomadas en coordinación con el G7, Australia y otros socios, apuntas a empresas cómplices con esas acciones e incluyen a compañías como la Federal State Unitary Enterprise Hydrographic Company, subsidiaria de la estatal nuclear rusa Rosatom.
Como consecuencia de esas sanciones, todas las propiedades y activos que los implicados puedan tener en EE.UU. quedan congelados y se prohíbe a ciudadanos y empresas estadounidenses tener transacciones con ellos.