En Inglaterra, Científicos e Investigadores de la Universidad de Bath desarrollaron una nueva tecnología que aumentará la posibilidad de identificar y conocer más de los cuásares, que durante mucho tiempo ha sido objeto de estudio de la ciencia por el misterio que guarda esta fuente de luz.
Este fenómeno se origina cuando los agujeros negros supermasivos “devoran” todo lo que está a su paso de manera radical, sin embargo, como no alcanza a tragarlo todo, cierta cantidad de materia escapa y gira en torno a sí mismo, y conforma el disco de acreción.
Dichos cuerpos liberan una luz brillante y giran a una velocidad casi igual a la de la luz eclipsando todo a su alrededor, a tal grado que en anteriores décadas se pensó que eran galaxias activas.
No obstante, para estudiarlo detalladamente es indispensable su detección, que ha demostrado ser muy dificultoso de identificarlo por su fluctuación de luminosidad y su ubicación casi inaccesible.
Mientras las técnicas de antaño, denominadas fotométricas, se enfocaban en variaciones dentro de una gama de longitudes de onda, esta nueva creación emplea datos espectroscópicos para detectar la variación de los cuásares, que amplía las posibilidades de lograr el cometido científico.
Los expertos afirman que estos fenómenos tienen mucho para enseñarnos sobre la conformación de las galaxias, al ser considerados los objetos más antiguos y lejanos en todo el universo conocido hasta la fecha.