Algunos ciudadanos anunciaron su desacuerdo con la recomendación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC, en inglés) que es de volver a usar el cubrebocas en escuelas y espacios cerrado, ante el incremento de casos.
El pasado martes, autoridades sanitarias dieron a conocer la rápida expansión de la variante delta que tuvo en Estados Unidos. Por tal motivo las autoridades recomendaron a que los vacunados vuelvan a llevar mascarilla en interiores en la mayor parte del país, además de en las escuelas.
“Llevar mascarilla va a tener que ser parte de la vida de las personas que ya han sido vacunadas”, dijo la directora de los CDC, Rochelle Walensky, en una rueda de prensa telefónica.
A pesar de que CDC no obliga a hacerlo, suelen marcar tendencia e influir en las medidas de las autoridades estatales y locales. Por eso, y porque hace apenas unas semanas todos los mensajes del CDC apuntaban hacia una vuelta gradual a la normalidad.
Joe Biden, Presidente de Estados Unidos, manifestó que las recomendaciones de CDC ayudará a evitar cierres, confinamientos, clausuras de escuelas y otros contratiempos. El Presidente indicó que espera a que todos los ciudadanos estadounidenses sigan estas recomendaciones, a pesar de estar vacunados.
Por otro lado, un grupo de personas en Fort Lauderdale, Florida, quemaron mascarillas a manera de protesta. Según los argumentos de estos opositores es que usar el tapabocas interrumpe la capacidad de respirar, algo en lo que está de acuerdo el gobernador de ese estado, Ron DeSantis.